Con la edad, muchas personas comienzan a buscar en Internet información sobre medicamentos para fortalecer el corazón y los vasos sanguíneos y prueban diferentes opciones, pero muy a menudo no funcionan. Los remedios populares, las hierbas medicinales, las vitaminas y minerales “cardíacos” resultan no ser tan efectivos como se esperaba. Esto ocurre porque es necesario comenzar a cuidar la salud del corazón mucho antes.
Entonces, ¿para qué necesita nuestro cuerpo este órgano y qué representa? El corazón (cardio) es una “bomba” que bombea la sangre: entra en las cavidades derechas a través de las venas, luego va a los pulmones, donde se enriquece con oxígeno, y después pasa a las cavidades izquierdas, desde donde se bombea hacia la aorta, las arterias y todos los órganos. Su funcionamiento está asegurado por un músculo especial que forma casi todo el órgano; su nombre médico es miocardio.
El cuerpo no puede vivir sin sangre, y por lo tanto, tampoco sin el corazón. Si la "bomba" se detiene, aunque sea por un momento, los órganos comenzarán a experimentar una falta de oxígeno y se apagarán. Si el corazón no funciona a pleno rendimiento o presenta irregularidades, el cuerpo también sufre. La sangre comienza a acumularse en los pulmones o las piernas, lo que causa dificultad para respirar y edemas, malestar general, limitación de la actividad física y, finalmente, discapacidad y una muerte no tan fácil.
¿Es necesario fortalecer un corazón sano? Para responder a esta pregunta, imagina el cuerpo de una persona físicamente activa. ¿Necesita tomar "medicamentos para los músculos"? No, porque los músculos se fortalecen por sí mismos durante el movimiento. Con el corazón es lo mismo. Mientras se contrae, el miocardio se fortalece y la persona se siente bien.
El "fortalecimiento del músculo cardíaco" a través de medicamentos es un proceso más bien mitológico, o simplemente un eslogan publicitario que suena atractivo y hace que la gente corra a las farmacias. Es mucho más importante mantenerlo en un estado saludable.
Otro punto importante es que no puede haber un corazón sano con vasos enfermos, y viceversa. Están tan estrechamente relacionados que, cuando uno de estos órganos se ve afectado, inevitablemente toda la red cardiovascular sufre con el tiempo. Por eso es tan importante conocer los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardíacas y tratar de eliminarlos.
De hecho, existen muchos factores nocivos que pueden afectar negativamente la salud del corazón y los vasos sanguíneos. Sin embargo, los médicos consideran los siguientes como los más importantes:
- una dieta poco saludable;
- falta de actividad física;
- malos hábitos: fumar y beber alcohol (los adictos a las drogas generalmente no viven lo suficiente para desarrollar enfermedades cardíacas graves);
- estrés;
- obesidad;
- presión arterial alta;
- niveles elevados de colesterol "malo" en la sangre (lipoproteínas de baja y muy baja densidad – LDL y VLDL);
- diabetes mellitus;
- uso de ciertos medicamentos.
Además, el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas también está influenciado por el sexo, la edad y la predisposición hereditaria. Pero estos factores no se pueden modificar, mientras que los mencionados anteriormente sí. Y este será el mejor método para “fortalecer” el sistema cardiovascular.
Dieta poco saludable
El exceso de carbohidratos fácilmente digeribles en la dieta conduce a la obesidad, las grasas animales a la acumulación de colesterol malo, y la carne roja a un aumento en los niveles de ácido úrico. El corazón no agradecerá esta dieta.
También es importante recordar que el miocardio necesita minerales (como potasio y magnesio) y vitaminas para funcionar correctamente. Una dieta pobre y/o desequilibrada puede provocar arritmias u otros problemas cardíacos.
Hipodinamia
Este factor de riesgo es sencillo: al moverse, el corazón trabaja más, el miocardio se contrae con más fuerza y el músculo se entrena. Por el contrario, cuando se lleva una vida sedentaria, el corazón no entrenado tiene más dificultades para afrontar cualquier esfuerzo físico. Además, estas personas suelen desarrollar obesidad, lo que no contribuye a la salud del sistema cardiovascular.
Malos hábitos
La nicotina provoca espasmos en las arterias y aumenta el riesgo de daño grave a los vasos sanguíneos: aterosclerosis obliterante. El alcohol simplemente destruye todos los órganos, pero también puede actuar de manera "selectiva", por ejemplo, provocando el desarrollo de una miocardiopatía alcohólica, que rápidamente lleva a una insuficiencia cardíaca grave y la muerte.
Enfermedades concomitantes
Aunque muchas personas consideran la obesidad simplemente un defecto estético, en realidad es una enfermedad insidiosa que finalmente conduce a la muerte. Con la obesidad, a menudo aumenta la presión arterial, suben los niveles de colesterol malo (LDL y VLDL), se desarrolla diabetes mellitus e insuficiencia cardíaca.
La presión arterial alta aumenta la carga sobre las arterias, lo que puede provocar el desarrollo de angina de pecho, accidente cerebrovascular o infarto de miocardio. Con la diabetes mellitus, los vasos sanguíneos se vuelven más vulnerables y aumenta el riesgo de complicaciones graves (como hemorragias o trombosis).
La hipercolesterolemia (altos niveles de colesterol malo en la sangre) lleva a la formación de placas ateroscleróticas y, como resultado, al estrechamiento del lumen del vaso, interrumpiendo el flujo sanguíneo o provocando su obstrucción total (infarto / accidente cerebrovascular).
Uso de ciertos medicamentos
Existen varios medicamentos cardiotóxicos que tienen un impacto negativo en el corazón, como los fármacos de quimioterapia. Pero incluso los analgésicos comunes pueden dañar este órgano, especialmente si se toman sin control. A menudo, provocan un aumento de la presión arterial, pero también pueden agravar la insuficiencia cardíaca.
Suplementos beneficiosos para el corazón
Podría parecer que el papel de los minerales y las vitaminas en la salud del corazón no se puede sobreestimar. Sin embargo, estudios recientes desmienten esta opinión y afirman que, a pesar de algunos efectos positivos, el corazón sano no necesita suplementos dietéticos.
Sin embargo, eso no significa que de repente todos los nutrientes útiles sean inútiles para el sistema cardiovascular. Por el contrario, siguen teniendo un impacto positivo en el organismo:
- Vitaminas del grupo B. En estudios, la piridoxina (vitamina B6), el ácido fólico (B9) y la cianocobalamina (B12) aumentaron la fracción de eyección del ventrículo izquierdo y redujeron la taquicardia, mientras que la tiamina (B1) dilató ligeramente los vasos sanguíneos y disminuyó la postcarga. Esto indica que las vitaminas del grupo B pueden ser útiles en el tratamiento integral de la insuficiencia cardíaca;
- Vitamina K2. Indirectamente, puede reducir la rigidez de las arterias y afectar la calcificación sistémica, lo que podría mejorar la supervivencia de los pacientes con enfermedades cardíacas y vasculares;
- Vitamina C. Un estudio confirmó que altos niveles de ácido ascórbico en sangre reducen el riesgo de accidente cerebrovascular cardioembólico (no se encontraron correlaciones con otras enfermedades cardiovasculares);
- Vitamina E. Se realizaron varios estudios (incluidos estudios en hombres y mujeres posmenopáusicas) sobre la influencia del tocoferol en el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria (CHD). Los resultados mostraron una reducción en la incidencia de CHD en pacientes que tomaban vitamina E, aunque la relación causal entre su consumo y la enfermedad cardíaca aún no se ha demostrado de manera concluyente.
Atención: la participación de la vitamina D en la prevención de enfermedades cardiovasculares es una hipótesis, pero actualmente no está demostrada.
Los estudios mencionados anteriormente confirman lo que se dijo anteriormente: los suplementos para fortalecer el músculo cardíaco no son necesarios si está sano. Sin embargo, en caso de problemas cardíacos o deficiencia confirmada de nutrientes, los médicos pueden recomendar tomar suplementos que contengan vitaminas del grupo B, E, K, C, D, entre otras.
¿Qué minerales son los más útiles para el corazón?
- Potasio. Es necesario para el funcionamiento normal de los cardiomiocitos (células del músculo cardíaco) y regula la función muscular. ¡Importante! Un aumento o disminución significativa en los niveles de potasio puede causar arritmias o paro cardíaco;
- Calcio. Los cardiomiocitos solo pueden funcionar con niveles normales de calcio en la sangre. El corazón es tan sensible al contenido de este mineral que su deficiencia o exceso se puede diagnosticar mediante un electrocardiograma, sin necesidad de análisis de laboratorio;
- Sodio. La primera señal de deficiencia de sodio es una disminución de la presión arterial. Sin embargo, dado que el sodio se encuentra en la sal de mesa común, su deficiencia es extremadamente rara;
- Magnesio. Su deficiencia puede provocar trastornos del ritmo cardíaco e hipertensión arterial (presión alta);
- Hierro. Su deficiencia causa hipoxia en todos los órganos, incluido el corazón. Un signo característico de la anemia por deficiencia de hierro es la aparición de soplos cardíacos y el desarrollo o agravamiento de la insuficiencia cardíaca, dolor torácico, e incluso infarto de miocardio en casos graves;
- Zinc. Participa en la regulación de los niveles de colesterol en la sangre y mejora el estado del endotelio (la superficie interna) de los vasos sanguíneos.
Atención: incluso los suplementos "muy beneficiosos" con ácidos grasos Omega-3 no deben tomarse sin indicación, ya que en algunos estudios aumentó el riesgo de desarrollar fibrilación auricular (arritmia). Sin embargo, si tienes niveles elevados de colesterol o predisposición a enfermedades cardíacas, son esenciales.
Si te estás preguntando cómo mejorar la salud de tu corazón, comienza por visitar al médico. Él te dirá si debes empezar por cambiar tu estilo de vida o tomar suplementos, y si son necesarios, te recomendará los mejores.
¿Cómo “fortalecer” el corazón y los vasos sanguíneos sin medicamentos?
El apoyo adecuado a la función cardíaca ayudará a mantener la salud del corazón, y por lo tanto, de todo el cuerpo. Para ello, no es necesario comprar montones de medicamentos en la farmacia (si se trata de una persona sana); los métodos no farmacológicos siguen siendo algunos de los más efectivos para fortalecer el sistema cardiovascular.
En primer lugar, debes prestar atención a:
- la alimentación;
- la actividad física.
Alimentación adecuada para el corazón
La alimentación adecuada es un método muy efectivo para prevenir problemas cardíacos y una excelente forma de fortalecer el corazón. Y en este caso, la palabra "fortalecer" debe entenderse literalmente. Una dieta pobre o desequilibrada, con falta de minerales esenciales (como el potasio), puede causar distrofia miocárdica, lo que eventualmente lleva a una insuficiencia cardíaca.
La elección de los alimentos adecuados es muy importante para la salud del corazón. La dieta debe incluir fuentes naturales de:
- potasio: plátanos, aguacates, naranjas y pomelos, kiwi, melón, patata al horno con piel, batata, espinacas, brócoli;
- calcio: col rizada y otras verduras de hoja verde, productos lácteos;
- magnesio: almendras, frijoles, garbanzos, anacardos, semillas de girasol, frijoles negros, lentejas, salmón y caballa;
- hierro: trigo sarraceno, carne roja en cantidades moderadas, legumbres;
- ácidos grasos poliinsaturados (Omega-3) y otras grasas saludables: aceites vegetales (especialmente aceite de oliva), pescados grasos (salmón, atún), nueces (avellanas, nueces), semillas (chía, lino, calabaza);
- vitaminas (A, B, C, E, K, entre otras) y antioxidantes: bayas, frutas, cítricos, verduras de hoja verde;
- fibra: salvado de avena, quinoa, pan integral, arroz integral.
El papel de la actividad física
Al igual que la alimentación adecuada, el ejercicio físico es indispensable para fortalecer el corazón. Puedes empezar con lo más sencillo:
- caminar: al menos media hora diaria;
- caminar nórdico (con bastones), que es un excelente ejercicio cardiovascular, además de ser beneficioso para la espalda;
- correr (asegúrate de no excederte; también se recomienda normalizar el peso antes de empezar);
- nadar: es beneficioso tanto para el corazón como para la columna vertebral.
Los entrenamientos para "usuarios avanzados" incluyen ciclismo, fitness cardiovascular, aeróbic, baile, saltar la cuerda y otras actividades intensas que aumentan el ritmo cardíaco y entrenan el músculo cardíaco.
Remedios populares para fortalecer el corazón
Los "remedios para el corazón" populares son, probablemente, el método más dudoso para cuidar la salud, aunque gozan de una popularidad aún mayor que los medicamentos y los suplementos dietéticos. Para preparar infusiones y decocciones, a menudo se utilizan hierbas medicinales como:
- espino blanco;
- valeriana;
- toronjil;
- espino albar.
Las tres primeras se utilizan generalmente como sedantes, mientras que el espino albar se usa para reducir la presión arterial y disminuir la frecuencia cardíaca en casos de taquicardia.
Importante: Las infusiones y decocciones de hierbas medicinales no son un remedio inofensivo si se utilizan de manera incorrecta (por ejemplo, el espino albar puede reducir significativamente la presión arterial, disminuir la frecuencia cardíaca y causar somnolencia). Antes de empezar a tomar estos "remedios fortalecedores", consulta a tu médico.
Prevención de enfermedades cardiovasculares
La prevención del infarto de miocardio y otras enfermedades cardíacas sigue siendo uno de los temas más relevantes en cardiología. Los médicos destacan tres áreas principales:
- mantener la salud del músculo cardíaco y fortalecerlo mediante una alimentación adecuada y ejercicio físico;
- eliminar los factores de riesgo: abandonar los malos hábitos, adoptar un estilo de vida saludable, y tratar enfermedades concomitantes (como obesidad, diabetes mellitus, hipercolesterolemia);
- prevención médica: tomar suplementos dietéticos (como Omega-3, complejos vitamínico-minerales) si es necesario. También existe la prevención secundaria de complicaciones (en caso de enfermedad ya existente), que puede incluir medicamentos para diluir la sangre, reducir el colesterol, etc.
No se debe subestimar el impacto del estrés en el corazón. Las sobrecargas emocionales constantes conducen al desarrollo de hipertensión arterial, lo que provoca angina de pecho e insuficiencia cardíaca.
Existe una enfermedad llamada miocardiopatía de Takotsubo, o “síndrome del corazón roto”. Es una insuficiencia cardíaca aguda que ocurre no porque las arterias de una persona estén bloqueadas por placas, sino debido a un estrés extremadamente intenso. Aunque el síndrome de Takotsubo no se considera un "infarto real", uno puede morir realmente a causa de él.
Por supuesto, el estrés es una parte inevitable de la vida, y no se puede eliminar simplemente porque uno lo desee. Sin embargo, es posible aprender a manejarlo. El yoga, la meditación y la psicoterapia pueden ayudar a reducir el impacto del estrés en el corazón. Además, no debemos olvidar las medidas más simples: descansar adecuadamente y dormir lo suficiente.
Recuerda: Todos los métodos para mantener la salud son buenos, especialmente si se utilizan en conjunto.
El equipo de Liki24 te desea un corazón sano y una larga vida.