Las alergias alimentarias hacen la vida muy difícil, porque a causa de ellas hay que rechazar una gran variedad de productos: naranjas y mandarinas, chocolate, frutos secos, gambas, cangrejos y otras cosas deliciosas.Lo peor para las personas con alergias múltiples es que tienen que seguir una dieta monótona, comprobar siempre la composición de los nuevos platos y estudiar cuidadosamente las etiquetas en las tiendas.Pero se trata de una medida necesaria, porque las alergias alimentarias son muy peligrosas.A veces se manifiesta por urticaria ordinaria, y a veces - shock anafiláctico, que puede conducir a la muerte.Qué es la alergia a los alimentos y por qué se desarrolla, así como los principales síntomas y métodos de su tratamiento, le diremos en detalle en el artículo.
Se denomina alergia alimentaria a una reacción anormal y extremadamente pronunciada del sistema inmunitario a algunos productos alimenticios, la mayoría de las veces proteínas. No se trata de una enfermedad en el sentido clásico de la palabra, sino de un estado especial del organismo, una reacción patológica debida al trabajo «incorrecto» del sistema inmunitario.
La alergia alimentaria puede darse en niños (incluso lactantes), adultos y ancianos. Por término medio, su prevalencia es del 1-3% (la cifra varía de un país a otro). También hay que tener en cuenta que esta reacción se confunde muy a menudo con la intolerancia alimentaria.
La intolerancia alimentaria es la incapacidad del organismo para digerir o asimilar determinados alimentos/componentes. A diferencia de las alergias alimentarias, la intolerancia no está asociada a una respuesta inmunitaria excesiva y suele deberse a deficiencias enzimáticas, reacciones químicas u otras causas no inmunitarias
Ejemplos clásicos de intolerancia alimentaria son la intolerancia a la lactosa o a los sulfitos, la deficiencia de aldehído deshidrogenasa (sofocos tras beber alcohol) y la malabsorción de fructosa.
¡Interesante dato! La intolerancia alimentaria puede manifestarse no sólo por trastornos gastrointestinales, sino también por ataques de cefalea de tipo migrañoso. Los médicos asocian su aparición al consumo de determinados productos que contienen muchas aminas biógenas. Puede tratarse de quesos curados, chocolate, cafeína, alcohol, frutos secos, glutamato monosódico y aspartato. En este caso, cuanto más «viejo» sea el producto, mayor será el riesgo de desarrollar dicha intolerancia
La alergia alimentaria a un determinado producto se desarrolla en 2 etapas
- sensibilización, o formación dehipersensibilidad del organismo - se produce en el primer contacto con el alérgeno. El sistema inmunitario lo percibe como un «agente» extraño - amenaza y comienza a producir anticuerpos específicos (IgE), que se adhieren a determinadas células del sistema inmunitario - basófilos y mastocitos;
- Reacción alérgica directa: en caso de contacto repetido y posterior con este alérgeno, los anticuerpos provocan la liberación de histamina, responsable de todos los síntomas de la alergia (desde una erupción leve hasta un choque anafiláctico).
Estas alergias alimentarias (mediadas por IgE) se denominan alergias alimentarias inmediatas porque sus síntomas pueden aparecer a los pocos minutos o incluso segundos de comer el «alimento culpable».
Tipos de alergias alimentarias
El síndrome de alergia oral (SAO) y la hipersensibilidad al marisco o a los cacahuetes/los frutos secos se consideran las formas más comunes de alergias mediadas por IgE.
El SOA también se denomina síndrome de alergia cruzada polen-alimentos. Ocurre con frecuencia (según algunos informes en el 5% de las personas) y se desarrolla en respuesta al contacto de la mucosa orofaríngea con frutas y verduras crudas y frutos secos. Al mismo tiempo, comer frutas y verduras cocinadas, por regla general, no provoca ningún síntoma.
Una alergia tan interesante se explica de forma sencilla. Está provocada por proteínas contenidas tanto en el polen como en los alimentos (frutas y verduras, frutos secos). Pero, además, pueden presentar reacciones cruzadas. Por lo general, estas reacciones se observan entre los siguientes grupos
- polen de abedul - manzanas, zanahorias, cerezas, melocotones, peras, ciruelas, kiwi, almendras, apio;
- polen de gramíneas - melocotones y naranjas, melones, apio, tomates;
- polen de ambrosía: calabacines, pepinos, plátanos y melones, pipas de girasol.
Si estos productos se cocinan, la proteína del alimento perderá su estructura (se desnaturalizará) y no podrá provocar una reacción alérgica.
En el caso de la alergia al marisco, la persona suele tener una sensibilidad anormal al pescado o al marisco. Y sólo el 10% de las personas tienen esta alergia mixta.
La alergia a los cacahuetes y a los frutos secos suele aparecer en la infancia y persiste hasta la edad adulta. Puede presentarse de forma leve o muy grave.
Entre las formas poco frecuentes de alergia mediada por IgE se encuentra la anafilaxia alimentaria inducida por el ejercicio. En este caso, los síntomas sólo aparecen si la actividad física sigue al consumo del «alimento culpable». Los mismos alimentos alergénicos, pero sin ejercicio, así como la actividad sin comida posterior, no provocan ningún síntoma en la persona. El diagnóstico de esta forma de alergia alimentaria puede resultar a veces muy difícil.
Otra forma inusual de hipersensibilidad alimentaria es la alergia retardada a la carne roja. También pertenece a la alergia mediada por IgE, pero, a diferencia de los otros tipos, no se desarrolla inmediatamente, normalmente al cabo de 3-6 horas. Esta forma está causada por la sensibilización al alérgeno alfa-gal (galactosa-alfa-1,3-galactosa), que está presente en los tejidos de la mayoría de los animales, excepto los primates del Viejo Mundo y los humanos.
Los seres humanos pueden sensibilizarse al alfa-gal a través de las picaduras de garrapatas (por ejemplo, Amblyomma americanum) o después de tomar el medicamento cetuximab (un medicamento contra el cáncer). En caso de hipersensibilidad al alfa-gal, no sólo la carne roja, sino también productos animales como la leche o la gelatina pueden desencadenar una reacción alérgica.
Causas y factores de riesgo de las alergias alimentarias
La causa de los síntomas de la alergia alimentaria es la misma: el contacto del organismo con un alérgeno. Diversos factores pueden provocar una «avería» del sistema inmunitario.
Los principales factores de riesgo para el desarrollo de la alergia alimentaria incluyen
- predisposición genética - en este caso, los padres no necesariamente tienen que sufrir de alergias a los alimentos, es suficiente y sólo «alergoanamnesis agravada» (asma bronquial, fiebre del heno, dermatitis atópica y otros);
- edad - en los niños esta reacción patológica es más común que en los adultos debido a la inmadurez del sistema inmunológico. Por cierto, algunos tipos de alergias (por ejemplo, a la leche, el trigo y los huevos) los niños pueden «superar» con seguridad;
- Ciertas afecciones cutáneas: la dermatitis atópica se asocia a un mayor riesgo de desarrollar alergias alimentarias. Se cree que esto puede deberse a una alteración de la barrera cutánea y, por tanto, a una mayor sensibilidad a los alérgenos;
- Factores medioambientales: los altos niveles de contaminación, así como un entorno «estéril» en la primera infancia, pueden alterar el sistema inmunitario;
- determinadas ocupaciones - las personas que trabajan en la industria alimentaria pueden desarrollar alergias alimentarias profesionales al pescado, el marisco, el trigo y otros productos de grano, así como a frutas y verduras. También se les suelen diagnosticar alergias respiratorias (asma, rinitis);
- introducción tardía de determinados alimentos: se cree que exponer a los niños a ciertos alimentos demasiado tarde aumenta el riesgo de alergia a los mismos;
- picaduras múltiples de garrapatas, que ya hemos mencionado;
- picaduras de medusa: se ha observado que los surfistas japoneses a los que les picaban medusas repetidamente tenían más probabilidades de desarrollar alergia al natto (soja fermentada);
- Uso de determinados medicamentos (por ejemplo, cetuximab, que contiene el alérgeno alfa-gal).
Síntomas de la alergia alimentaria
Las alergias alimentarias en niños y adultos pueden presentar una amplia gama de síntomas, desde prácticamente imperceptibles hasta potencialmente mortales (y pueden causar la muerte en cuestión de minutos). Por regla general, las primeras manifestaciones se desarrollan rápidamente: en 10-15 minutos (hasta 2 horas), con la excepción de la alergia retardada a la carne roja. Su cuadro clínico clásico - una persona cena carne, y de repente se despierta en medio de la noche con urticaria y trastornos digestivos.
Posibles síntomas de las alergias alimentarias
- piel - picor, urticaria o edema de Quincke, aumento de la sudoración;
- ojos - enrojecimiento de la conjuntiva, picor, edema periorbitario, lagrimeo;
- nasofaringe y orofaringe - estornudos, secreción nasal, congestión nasal, sabor metálico y picor en la boca;
- sistema respiratorio - ronquera, dificultad para respirar, respiración rápida, tos, ahogo, lividez de la piel;
- corazón y vasos sanguíneos - aumento o disminución de la frecuencia cardiaca, trastornos del ritmo y de la conducción cardiaca, disminución de la presión arterial, parada cardiaca;
- tracto digestivo - náuseas y vómitos, calambres abdominales, trastornos de las heces (diarrea), hinchazón abdominal;
- sistema nervioso: mareos, pérdida de conciencia, ansiedad, miedo, sensación de muerte inminente, convulsiones.
En las alergias alimentarias graves se produce anafilaxia , una reacción sistémica aguda potencialmente mortal. Puede manifestarse como
- angioedema de la laringe;
- espasmo bronquial con ataque de asfixia;
- shock anafiláctico: caída brusca de la tensión arterial que puede provocar la muerte en pocos minutos.
No es difícil reconocerlo: la persona presenta ronquera/carraspera, falta de aliento, puede quejarse de dificultad para respirar o sensación de ahogo, debilidad repentina, mareos. En el 90% de los casos, también hay hinchazón de los labios, la lengua o toda la cara. A menudo se producen silbidos al respirar (estridor). Si la presión baja mucho (hipotensión), la persona pierde el conocimiento.
Los principales rasgos distintivos de la anafilaxia son que se desarrolla muy rápidamente (hasta media hora, pero normalmente en pocos minutos), sus manifestaciones son mucho más graves que en las alergias normales y puede afectar a diferentes órganos
Efectos de las alergias alimentarias sobre la salud
Las alergias alimentarias pueden afectar negativamente a la salud de todo el organismo, pero el tracto gastrointestinal es el más afectado. La exposición a los alérgenos puede provocar tanto manifestaciones agudas como el desarrollo de efectos a distancia.
El efecto de la alergia en el tracto gastrointestinal:
- reacciones agudas - náuseas y vómitos, dolor abdominal, diarrea;
- manifestaciones crónicas - esofagitis eosinofílica (inflamación alérgica del esófago), síndrome de permeabilidad intestinal aumentada (daño de la mucosa que facilita la entrada de bacterias y toxinas en el torrente sanguíneo), inflamación intestinal crónica;
- efectos retardados: alteraciones de la microbiota intestinal y de la función inmunitaria, déficit de determinadas vitaminas y minerales (por ejemplo, hierro o calcio) debido a una absorción deficiente, desarrollo de colitis crónica y otras patologías inflamatorias.
¿Cómo reconocer las alergias alimentarias en los niños?
En general, la alergia alimentaria en los niños se manifiesta de la misma manera que en los adultos, pero en los bebés no siempre es fácil reconocerla inmediatamente. Muy a menudo, esta reacción aparece por primera vez cuando se introducen alimentos complementarios.
Principales síntomas de la alergia alimentaria «infantil
- enrojecimiento y descamación de la piel de la cara, mejillas, cuello, su picor;
- ampollas parecidas a quemaduras de ortiga;
- náuseas y vómitos;
- cólicos abdominales, que se manifiestan por una gran inquietud del niño y llanto debido al dolor abdominal
- diarrea o estreñimiento;
- aparición de mucosidad y sangre en las heces;
- Congestión nasal (no relacionada con infecciones víricas o resfriados);
- sibilancias, respiración sibilante sin otros signos de infecciones respiratorias agudas (por ejemplo, fiebre).
La anafilaxia en bebés es rara, pero siempre hay que tenerla presente, ya que esta afección es extremadamente peligrosa para el niño. Las principales reacciones anafilácticas son
- edema rápido de la cara, labios, lengua;
- marcada dificultad para respirar;
- palidez repentina, letargo;
- pérdida del conocimiento.
En los lactantes, las alergias alimentarias más frecuentes son a la leche de vaca, los huevos, el trigo y el pescado.
¿Cuándo hay que ir al médico?
Debe consultarse a un médico si el consumo de un determinado alimento empeora el bienestar o provoca la aparición de síntomas (por ejemplo, erupción cutánea, picor, etc.). El alergólogo realizará un examen exhaustivo y establecerá la causa exacta de tales manifestaciones: alergia alimentaria, intolerancia, enfermedades gastrointestinales u otra patología.
Las principales pruebas diagnósticas en caso de sospecha de alergia alimentaria son las siguientes
- Pruebas cutáneas - escarificación (se aplica una pequeña cantidad de alérgeno sobre la piel y se realiza un microrrayado) y pruebas de punción (inyección intradérmica, un método más preciso). Se trata de un diagnóstico rápido y muy sensible, pero no se utiliza en niños menores de 2 años (según otros datos, hasta los 3 años). Además, las pruebas cutáneas son poco informativas para algunos alimentos (por ejemplo, los tratados térmicamente) y pueden provocar por sí mismas una reacción alérgica;
- Análisis de sangre: prueba de IgE total (un aumento de su nivel indica alergia, pero no especifica a qué producto) e IgE específica (identifica un alérgeno concreto). Estas pruebas son seguras y pueden realizarse a cualquier edad, pero desgraciadamente a veces dan resultados tanto falsos positivos como falsos negativos;
- las pruebas de provocación son el «patrón oro» del diagnóstico, pero sólo se realizan en el hospital debido al mayor riesgo de anafilaxia. Los médicos inyectan al paciente posibles alérgenos y evalúan la reacción del organismo;
- Dieta de eliminación: exclusión temporal del producto alergénico sospechoso de la dieta y posterior reintroducción. Si los síntomas desaparecen y luego vuelven a aparecer, se considera confirmado el diagnóstico de alergia alimentaria.
Sin un diagnóstico preciso de alergia alimentaria, es imposible aliviar la afección, por lo que es necesario someterse a todos los exámenes que prescriba el médico, y sólo entonces iniciar la terapia.
Es necesaria una intervención médica inmediata (llamar a una ambulancia) cuando aparecen síntomas de anafilaxia - hinchazón de los labios y la cara, ronquera repentina, respiración sibilante, ahogo, debilidad repentina, pérdida de conciencia
¿Cómo tratar las alergias alimentarias?
El tratamiento de las alergias alimentarias comienza con una nutrición adecuada. Aquí todo es sencillo: nada de productos «peligrosos» - nada de reacciones peligrosas. Pero la dieta para las alergias no debe ser monótona, porque siempre se puede sustituir cualquier alérgeno con análogos seguros:
- productos lácteos - leche de soja, de almendras o de coco;
- trigo y gluten - arroz, maíz, patatas o trigo sarraceno;
- frutos secos - pipas de girasol o de calabaza.
Para restablecer la digestión normal, deben incluirse en la dieta probióticos y prebióticos. No sólo ayudan al tracto gastrointestinal a volver a su funcionamiento normal después de una reacción alérgica, sino que también desempeñan un papel importante en la prevención del desarrollo de alergias alimentarias y de otro tipo, especialmente en los niños. Si los alimentos (kéfir, yogur, fibra) no son suficientes, los médicos pueden recomendar probióticos de farmacia (Linex) y prebióticos (lactulosa, inulina).
Medicamentos para las alergias alimentarias
Se utilizan diferentes grupos de medicamentos para las alergias alimentarias:
- antihistamínicos (loratadina, desloratadina, fexofenadina, cetirizina y otros): son eficaces cuando ya se ha producido una reacción alérgica, pero no es muy grave. Los antihistamínicos para las alergias alimentarias pueden tomarse en forma de comprimidos, cápsulas, gotas o jarabes;
- hormonas glucocorticoides (prednisolona, dexametasona) - indicadas para alergias graves;
- anticuerpos monoclonales (omalizumab) - estos fármacos bloquean la respuesta inmunitaria y minimizan las manifestaciones de hipersensibilidad incluso en contacto con un producto peligroso. En EE.UU. también se utiliza un preparado especial de antígeno de cacahuete en polvo.
El tratamiento de la anafilaxia comienza siempre con una inyección de adrenalina (epinefrina) y se complementa después con hormonas y antihistamínicos (en forma de goteros e inyecciones). Para la inyección rápida de epinefrina se utilizan autoinyectores especiales, los bolígrafos EpiPen (son fáciles de usar de forma independiente y el medicamento puede inyectarse incluso a través de la ropa, en la parte externa del muslo). A los pacientes con antecedentes de anafilaxia o alto riesgo de sufrir una reacción de este tipo, los médicos les recomiendan que lleven consigo un EpiPen
Prevención de la alergia alimentaria
Si ya padece una alergia alimentaria, la única forma de protegerse de una reacción aguda es evitar los alimentos alergénicos.
Tenga en cuenta lo siguiente: si es demasiado sensible, los síntomas pueden aparecer aunque sólo tenga el producto «peligroso» en las manos o inhale sus partículas (por ejemplo, alergias por inhalación a los cacahuetes, la harina o la canela).
Además, algunas medidas ayudan a reducir el riesgo de desarrollar alergias alimentarias:
- lactancia materna - favorece la formación de una microbiota intestinal normal y contiene una serie de anticuerpos / componentes inmunomoduladores;
- introducción oportuna de alimentos complementarios - antes se creía que los alimentos «peligrosos» (huevos, pescado, frutos secos) debían introducirse lo más tarde posible, pero con el tiempo los médicos han revisado estas recomendaciones. En cambio, la introducción temprana de posibles alérgenos ayuda a reducir la probabilidad de alergias alimentarias;
- evitar restricciones innecesarias: no hay pruebas de que eliminar alimentos de la dieta de la madre durante el embarazo o la lactancia reduzca el riesgo de alergias en el bebé, por lo que ahora los médicos permiten a las mujeres comer lo que quieran (pero dentro de unos límites razonables);
- mantener el equilibrio de la microflora intestinal: nutrición adecuada, consumo de probióticos (por ejemplo, productos lácteos fermentados) y prebióticos (fibra). La microbiota intestinal desempeña un papel clave en la formación de la tolerancia inmunitaria (la capacidad del organismo para no reaccionar ante las alergias alimentarias);
- reducción de la exposición a factores nocivos: aire contaminado, humo de tabaco, uso de antibióticos estrictamente según prescripción médica;
- observación por un alergólogo en caso de tendencia hereditaria a la alergia alimentaria - esto es importante para la detección precoz de productos alergénicos.
En caso de hipersensibilidad al polen, es importante ser consciente de la posibilidad de alergia cruzada y probar los posibles productos alergénicos con precaución (por ejemplo, cerezas y peras si se es alérgico al polen de abedul).
En general, sin embargo, es importante un enfoque global tanto para la prevención como para el tratamiento de las alergias alimentarias, desde una dieta equilibrada y vitaminas hasta la toma de medicamentos prescritos por un alergólogo.
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